Análisis – Spyro Reignited Trilogy

Análisis – Spyro Reignited Trilogy

Por Diego el domingo 18 de noviembre, 2018

El Retorno del Dragón

Hacen ya casi 20 años desde que jugué por primera vez a Spyro 2. Desde entonces he terminado al 100% y vuelto a empezarlo tantas veces, que el mero hecho de cuantificarlas se me antoja una tarea imposible de abordar.

Spyro, el dragón púrpura creció conmigo, como lo hicieron muchísimas personas que crecieron con la PlayStation original, la estación de juego definitiva que nos dio momentos que en nuestra vida siempre recordaremos con ternura y añoranza. El recuerdo de que en esa época el mundo era de otro color y en él, el momento de encender nuestra máquina y echarnos nuestras partidas eran de los momentos más especiales y emocionantes que pudieran imaginarse en el universo conocido.

Era el momento de encender la tele de tubo, y escuchar las melodías de Stewart Copeland inundar nuestros oídos y liberar nuestras sonrisas.

Nos gustaría remarcar desde la Redacción de Bigotes que solo exponemos análisis de videojuegos que han sido jugados y testeados al 100%, tras conseguir su consiguiente trofeo de platino, todos sus logros, desafíos extra y/o conseguidos todos sus desbloqueables.

Un sueño hecho realidad: la trilogía original rehecha al nivel de lo mejor de la generación.

Existen dos formas de abordar un remake y llevarlo al máximo exponente posible, partiendo del trabajo original: la primera es hacer lo que Toys for Bob nos ha dejado para la posteridad, el mismo juego que recordábamos, hasta el más ínfimo detalle en la jugabilidad llevado a un nivel gráfico y técnico actual, y la segunda es rehacer el proyecto en su planteamiento jugable y añadir (y muy raramente prescindir) más ideas, más desarrollo y elevar el producto a miras jamás pensadas, como si fuera un nuevo juego salido del horno. Tal es el caso de los próximos y tan esperados remakes de Final Fantasy VII y Resident Evil 2.

Spyro Reignited Trilogy nos deleita con el mejor Spyro que podríamos haber soñado. Las nuevas animaciones son tan realistas, trabajadas y preciosistas que, como acérrimo fan, no puedo dejar de pensar en qué habría sentido aquel niño a finales de los 90/2000 si hubiera podido disfrutar de lo que he vivido jugando a este remake.

Quizás los años no perdonen. El mundo de los videojuegos ha cambiado mucho, sobretodo en relación a los jugadores y cómo nos relacionamos con el medio. Echo de menos mucho, personalmente, la época en la que no habían FPS, no se hablaba de «fluidez» y de duración de los juegos.

Antes jugábamos a los juegos, y aún siendo cortos en nuestra opinión actual, en su día los juegos nos duraban muchísimo. Los volvíamos a jugar una y otra vez y raramente nos cansábamos. Un juego nuevo era un «oh», y juegos como Spyro eran juegos larguísimos, de esos que jugabas solo en verano de sol a sol cuando podías.

Spyro ha vuelto, y aunque nos ha pillado 20 años después, sigue transladándos a aquella época, o al menos a los que crecimos en aquella época. No se extrañen si leen o escuchan que Spyro fue «el juego de mi infancia». Realmente lo fue para muchísimas personas, en las que me incluyo.

Para lo que algunos fue Mario para nosotros fue Spyro, o incluso Crash Bandicoot. Ambos personajes son de los personajes más queridos que existen en el medio. 

Unos juegos noventeros de 10, en pleno 2018.

Sí, has leído bien. Spyro: Reignited Trilogy es un juego de 10. Por supuesto es completamente subjetivo, y alguno de los juegos brilla más que otro, pero  el plataformas 3D sigue tan fuerte, divertido y desafiante como en su día.

Llevo meditando bastante si un Remake puede alcanzar la nota máxima, el año pasado disfrutamos de la maravilla de Crash Bandicoot: N’Sane Trilogy, aún así, la nueva trilogía rehecha de Spyro se siente de mayor calidad todavía que la del compañero Crash. Yendo por partes, los efectos visuales, chispas, luces, magias, efectos especiales, auras, fuegos, diseños y animaciones están a un nivel que yo personalmente no había visto en ningún otro juego de la generación. Superan incluso a las sensaciones que que quedaron en mi retina al jugar al Final Fantasy XV, con sus preciosos efectos visuales.

Spyro no sólo vuelve, sino que está a la altura de los mejores. 

Esto es ampliamente discutible, sobretodo si hablamos del tercer juego de la trilogía, el cual se le nota, ya fuere porque tiene sus años, posiblemente, ya que se siente un pelín por debajo de los otros dos juegos de la trilogía.

Quizás sea porque lo desarrollaron al final, con menos tiempo, o simplemente ha envejecido peor. Pero lo que es cierto es que el trabajo con el primer Spyro: The Dragon es impecable. El trabajo con Spyro 2: Rypto’s Rage es impecable. Y el trabajo con Spyro 3: Year of the Dragon es sobresaliente.

Puede ser que tras jugar a los tres juegos seguidos el tercero se haga un poco más cansino. No obstante lo recordaba el mejor (aunque no mi favorito personal) y con este Remake se nota especialmente el gran potencial que tenía el Spyro 1: The Dragon. Los castillos, la magia, los mundos, los niveles, los secretos (madre mía el Tree Tops/Copas de los árboles, quien lo haya jugado se acordará de ese nivel segurísimo), Gnasty Gnork, Rypto y la Bruja. El trío de villanos clásico jamás se vieron tan bien.

Personalmente, Creo que el mejor de los 3, el más mágico y el que más me ha sorprendido en su versión remake es el del Spyro 1. Mi preferido de siempre es el Spyro 2, pero el 1 sigue su propio camino, mientras que el Spyro 2 y 3 van, de alguna forma, de la mano.
 
Y eso que en sus versiones de PlayStation original nunca terminé de conectar con el primer título de la trilogía como sí lo hice con su segunda parte o incluso la tercera.

Animaciones, música y diseño artístico

El apartado sonoro es impecable. Se ha dado la opción de disfrutar de la música original o de optar por las nuevas versiones dinámicas de Stewart Copeland. Esto es de agradecer, aunque yo por mi parte me he dejado sumergir por completo en las nuevas versiones de la banda sonora, se agradece tener la opción de escuchar los temas originales.

El diseño artísitico es sublime: pasando por el rediseño de todos los mundos, la vegetación, las montañas, la tierra, el agua, el cielo, los fondos de los mundos, estamos ante un verdadero sueño hecho realidad. No obstante donde brilla incluso más, es en el tema de las animaciones. Tanto Spyro como Sparx como nuestros amigos de viaje, los dragones y absolutamente todos los enemigos tienen unas animaciones de 10. No hay ni un solo detalle que empañe el resultado final. Cada enemigo tiene su diseño y animaciones al más alto nivel: sus miradas, sus gestos, cuando huyen, cuando los derrotas y salen volando, incluso los bichitos que calcinamos para obetener una mariposa tienen unas animaciones y una interacción de 10. Me he quedado con la boca abierto con cómo interactuamos con los enemigos, y cómo somos capaces de sentir las embestidas de Spyro y notar cómo los enemigos salen volando o caen en picado desde precipicios. Es simplemente perfecto.

Skill points y galería de arte. Un añadido que se agradece.

Uno de los añadidos que trae este Spyro: Reignited Trilogy es que en los tres juegos disponemos de Skill Points. Estos son, desafíos extra en los que tenemos que cumplir diversos objetivos para desbloquear una galería final opcional.

He de decir por mi parte, que se agradecen mucho este tipo de cosas. Al terminar con el 100% del juego, más todos los trofeos (o logros si juegas en XBox) unos desafíos extra saben a gloria.

Y ya que estamos, hablemos un poquito de los trofeos de Spyro: Reignited Trilogy.

Tres juegos, tres listas de trofeos, tres platinos.

Se han añadido tres listas de trofeos con su respectivo trofeo de platino por cada juego de la trilogía. Lo cuál es fantástico.

He de decir que la mayoría de ellos son bastante amenos de conseguir. Hay algunos un poco más difíciles que otros, pero por norma general son trofeos que da gusto desbloquear y que no requieren de nada más que echarle un ratito a ese desafío puntual que batir.

Cuando escribo estas líneas, lo hago tras haber conseguido los tres trofeos de platino, y solamente, que yo recuerde, un solo trofeo podría haber sido perdible. Estaba situado en el Spyro 1, y había que encender tres cohetes en menos de X segundos. Todos los demás trofeos son conseguibles sin problema. No obstante, el tener cuidado o constancia de este trofeo, no está de más. Dicho trofeo se obtiene en cierto mundo de la zona del pantano, para no desvelar nada más.

Cambios en relación con los juegos originales

Por supuesto han habido mucho cambios a nivel visual y artístico. Aunque todos ellos son debido a la visión general del cojunto. Y menos mal, el nuevo trabajo artístico con los Dragones del Spyro 1 por ejemplo, es descomunal. Cada dragón se siente diferente del anterior, se diferencia claramente su trabajo según qué clan de dragones sea y tienen un punto carismático añadido incalculable. Por eso decíamos anteriormente que el Spyro 1 es el que mejor luce de los 3. Es un juego que se ha llevado verdaderamente a otro nivel aprovechando al máximo el potencial del original. Siempre hablando claro, de un remake conservador.

Posiblemente lo que sí eché en falta son los Guidebooks originales. Sobretodo del Spyro 2. El abrir el diario de juego y ver ahí las páginas pasar era un clásico. Sin embargo se ha sustituído en los tres juegos por un Guidebook general a modo de menú que está genial también. Es comprensible ya que no todos los juegos originales tenían libro Guidebook y ha sido una forma de igualar la lista de progresión en los tres juegos. Lo cuál es muy importante en los Spyro.


Un doblaje sobresaliente

Otro de los puntos remarcables es el doblaje. Yo he jugado al Spyro 1 en inglés, al Spyro 2 en español y al Spyro 3 en inglés también. Esperaba poder volver a escuchar las voces originales de los clásicos en el Spyro 2, pero no fue posible. Eso no quita que el nuevo doblaje sea excelente. No me suelen gustar los doblajes en videojuegos al castellano, pero este sí que me ha gustado bastante.

En la versión anglosajona y norteamericana sí que se ha rescatado gran material en relación al doblaje original y eso se nota. Un gran detalle para los fans.

¡Me falta una joya!

Y llegamos al momento final, la hora de la verdad. Me falta una joya y no sé dónde está. He dado vueltas por todo el mundo y no hay manera de encontrarla. Esta es la sensación clásica que han sabido traernos de vuelta a la perfección. Creo sinceramente, que junto con el Remake de Shadow of the Colossus, estamos ante el mejor Remake conservador jamás hecho en la historia de los videojuegos.

Nunca fui de Mario, pero Spyro para mí siempre fue el rey de los plataformas, y de las tardes de verano.