Análisis «Crash Team Racing Nitro-Fueled»
La que en otros tiempos fue la mascota icónica de Playstation, regresa con el remake de su clásico juego de karts, acompañado de amigos y enemigos de la saga. Esta vez, eso sí, podremos conducir también en Nintendo Switch y Xbox One.
Esta generación ya hemos podido disfrutar de Crash en versión mejorada con su «N-Sane Trilogy», y en esta recta final también podremos hacerlo a los mandos de un kart en este «CTR Nitro-Fueled», que mantiene la esencia del original de PSX, pero que a su vez es algo distinto. Beenox (la desarrolladora encargada del remake) tenía una tarea bastante compleja por delante: reconstruir un juego de hace 20 años creado por una grande como Naughty Dog (sí sí, los del «Uncharted»), y que resultase atractivo tanto para los antiguos fans como para las nuevas generaciones. Te adelanto que en lineas generales lo han conseguido con creces. Pero como ocurrió con el remake de la trilogía, a cargo de Vicarious Visions, llega con un pequeño aumento de dificultad, con el que colabora un sistema de «derrape y turbo» mejorable y una IA un tanto descompensada. No obstante, entremos en materia.
De lo primero que quiero hablarte es del modo Aventura, o modo Historia, si prefieres llamarlo así. Fue clave en su tiempo, y aquí vuelve a estar presente con unos cuantos cambios, pero igual de adictivo y por supuesto, divertido. En primer lugar puedes decidir jugarlo a la vieja usanza en el modo Nitro-Fueled, eligiendo tu personaje fijo y desbloquear mapas a base de victorias y enemigos finales, o bien elegir el nuevo modo estándar, que nos permite cambiar nuestros personajes a lo largo de la aventura. Por supuesto, en todas tus carreras contarás con todos los items de la saga: cajas Nitro y TNT, misiles, escudos, bombas, turbos, pociones… Todo para tu disfrute y sufrimiento (en solitario, por cierto, ya que este modo no puedes jugarlo con un amigo).
Hablarte de su duración es muy complejo. Si eres un jugador hábil (ahora hablaremos de eso) y te centras simplemente en ganar carreras hasta llegar al final, puedes completarlo en 3 o 4 horas. Eso sí, después tendrás muchas pruebas alternativas donde tendrás que recoger cristales, realizar carreras rompiendo cajas que paralizan el contador de tiempo, llamadas «Carreras por la Reliquia», o los «Desafíos CTR», donde debes conseguir las susodichas letras dispersas por los circuitos. Queda claro que con todo esto su duración, al igual que sus posibilidades, se amplían muchísimo. Y además tiene premio, porque nos desbloquearán pistas, personajes y aspectos estéticos, con alguna que otra sorpresa que dejaremos que descubras por ti mismo.
Te hablaba de la habilidad, pues bien: puedes jugar en modo fácil, normal y difícil. Personalmente hay dos géneros en los que he «perdido el toque» con los años: las plataformas y la conducción. Ya podéis imaginaros, conociendo antes de su salida el supuesto aumento de dificultad, mi terror al ponerme a los mandos. Con lo que sufrí con el remake de la trilogía plataformera en sus primeros niveles, estaba dispuesto a sufrir de nuevo como si fuese el Sekiro de la conducción. Pero no, no ha sido el caso. He completado la historia y no pocos desafíos adicionales en modo normal, sin mayores problemas salvo en una pista. Incluso las dos carreras finales contra jefes no me han dado ningún problema.
«Todo lo difícil se soluciona con la combinación derrape y turbo«, estarás pensando si jugaste al original. Pues sí, pero no. Me explico. Este sistema tampoco está muy pulido, el kart tiene una tendencia desmesurada a deslizarse y a hacerte caer estrepitosamente hacia el vacío, con el consiguiente gasto en mandos para tu consola correspondiente. Dominarlo es muy complejo, y se siente MUY diferente al de su versión original. Como te he dicho, la conducción no es que sea lo mío, pero me lo pasaba genial en mi PSX derrapando. Para que te hagas a la idea, he completado el modo aventura dejando totalmente de lado este sistema, y en el modo online he ganado no pocas carreras sin utilizarlo, porque tampoco veo mucho uso del mismo. Eso sí, tendrás que hacerte a él si quieres ganar en el modo difícil, o si entras en una sala multijugador con gente que sabe lo que se hace. Además, me recomendaron usar la cruceta para las pocas ocasiones en las que quisiese hacer uso de él. Mano de santo, consejo de la casa si no eres especialmente hábil. ¿Esto significa que no podrás dominarlo? En absoluto. Puedes hacerlo, y quizá si no jugaste al original te será mucho más sencillo. aunque cada jugador es un mundo. Simplemente, y siendo objetivo, no está todo lo pulido que debería, dejándose mucha intuición por el camino, y si no lo utilizas a la perfección te irá mejor no usarlo, al menos en su dificultad normal. A nada que sepas aprovechar los items que te toquen, el turbo en los saltos y los paneles de suelo que aumentan nuestra velocidad, podrás defenderte y disfrutar del juego como el que más.
¿Por qué entonces te han dicho que es más difícil? No te preocupes, para eso estamos aquí. «Crash Team Racing Nitro-Fueled» (turbos, derrapes y habiliadad aparte) se siente más difícil porque tiene una inteligencia artificial muy mejorada, pero a veces bastante descompensada. Para mantener la emoción en las carreras (y a mi juicio lo consigue con creces, lo cual es bueno) te verás en situaciones bastante inexplicables en muchas ocasiones. La tasa de aciertos por lanzamiento de items de nuestros rivales aumenta considerablemente cuando estamos en primera posición, al igual que su velocidad punta. No obstante, en el modo normal el juego también nos compensa a nosotros cuando nos quedamos muy atrás, y puedes encontrarte 4 items de aumento de velocidad seguidos sin ningún tipo de problema. Si hablamos del modo difícil, esto último no ocurre tanto, pero la tasa de acierto de nuestros rivales, y su creciente velocidad punta, va en aumento. Otra cosa que no me ha gustado de la inteligencia artificial, es que cada oponente sigue siempre la misma trazada en cada carrera, a veces demasiado perfecta. Pero si hay una caja de Nitro o una poción, no la evitará. Cuesta darse cuenta, pero una vez prestas atención al detalle, no ves otra cosa. Puedes aprovecharlo y que juegue en tu favor, o intentar olvidarlo. Yo opté por lo segundo, ya que así disfruté mucho más el título. La conclusión a todo lo que acabado de contarte se resume en una oración: el juego se siente más difícil que el original por diversos factores, pero prestando atención a los detalles, lograremos superarlo. Dicho esto, ya podemos continuar.
Nos encontraremos diferentes mundos a lo largo de la aventura, y 32 circuitos en el juego, tanto del CTR original como del «Crash Nitro Kart» y del «Crash Tag Team Racing» de PS2. Todos ellos se sienten lo suficientemente diferentes para divertirte en todo momento con cada carrera, y te sentirás con ganas de avanzar para ver más y más de lo que ofrece. Tan pronto estarás corriendo en el hielo, como subiendo y bajando una pirámide, pasando por una carrera en la playa. Algunos circuitos son muy largos, y otros mucho más cortos. Todos incluyen los típicos atajos que te permitirán arañar unos segundos, y objetos dinámicos (un tren, un barril que se cae, unas tortugas que hacen de rampa, unas molestas plantas carnívoras, etc) que pueden perjudicarte o ayudarte en tu camino a la victoria. No faltan tampoco las caídas al vacío traicioneras, el hielo para que te deslices sin control o el barro para frenarte. Al final de cada mundo, tendremos un jefe final, aunque he echado en falta mecánicas diferentes para derrotarlos en este remake, ya que el método es para todos el mismo salvo pequeños detalles, y ha sido una oportunidad perdida para darle aún más variedad al conjunto.
También tenemos una buena cantidad de pilotos (25 de inicio) y karts. Hay una gran variedad de ambos para desbloquear, y son personalizables, pudiendo cambiarles ruedas, pegatinas, color… Al igual que hay muchas skins para nuestros pilotos que iremos desbloqueando poco a poco. También disponemos de una tienda que va cambiando cada día donde puedes comprar atuendos, karts, pegatinas… Pero no te preocupes, todo se paga con el oro que consigues jugando, no hay ni rastro de micropagos. A este buen hacer, tenemos que sumarle el Grand Prix, que es el nombre que le ha dado Activision al soporte post-lanzamiento y que comienza a principios de julio, con nuevos personajes (incluido Spyro), circuitos, skins, etc.
Los pilotos se engloban en tres grupos: principiantes, intermedios y avanzados. Si optas por un piloto intermedio, tendrá (en teoría) muy buen manejo pero menos velocidad punta, los intermedios están más equilibrados, y los avanzados tienen un manejo más difícil pero más velocidad punta. En mi experiencia te diré que optes por un avanzado si el turbo y el derrape se te resisten, para que aproveches al máximo la velocidad, ya que las diferencias en el manejo apenas se perciben en carrera. Ahora bien, si los derrapes y el turbo son lo tuyo y como en mi caso, no se te da muy bien, un principiante te lo pondrá más fácil, pero la falta de velocidad punta sí que se nota. Más allá de esta clasificación, ningún componente que cambies al kart afectará en lo jugable.
Además del modo Aventura, tengo que añadirte más modos de juego: tenemos diferentes torneos, batallas con 5 variantes, Contrarreloj propiamente dicha, o los ya mencionados Desafíos CTR y Carreras por la Reliquia, que también puedes jugar por libre. Todos ellos puedes disfrutarlos con 4 amigos a pantalla partida si quieres, algo que hoy en día es muy difícil de ver ya en un videojuego y que a muchos os harán recordar tiempos pasados y los multitap. También tenemos una pestaña donde consultar nuestros récords, por si eres exigente contigo mismo. Para finalizar, nos encontramos el modo online, con carreras y batallas cuyo funcionamiento, al menos en PS4, todavía tiene algunos fallos típicos, como el de no encontrarte partida o dejarte solo en la sala, que esperemos resuelvan. Aclararte eso sí, que el desastre y despropósito del día de lanzamiento, está solucionado para tu tranquilidad.
El re-diseño luce muy bien gráficamente, texturas, iluminación y polígonos están a una altura muy alta y el juego es muy colorido. También tenemos un muy buen diseño de personajes en sintonía con los circuitos. Todos los personajes de la saga tienen animaciones y diseños muy muy cuidados. Si tienes la versión de Playstation 4, además podrás utilizar karts con un diseño clásico, todo un detalle para los más nostálgicos (o los menos jóvenes, como yo), que sin embargo no está disponible en las versiones de Nintendo Switch y Xbox One. El juego corre a 30 fps de manera fluida y estable en la versión que hemos jugado (Playstation 4 Pro), y aunque los más técnicos echaréis en falta los 60 fps, el juego no se resiente y la sensación de velocidad es más que satisfactoria. Eso sí, toda esta fluidez la pagamos con unos tiempos de cargas que, sin ser molestos, son algo elevados.
Finalmente, en lo que se refiere al sonido, el juego está doblado y traducido, lo cual no debería ser reseñable, pero son los tiempos que nos ha tocado vivir, y la música sigue la línea de la saga, con el depurado de temas para el remake. Ya sabéis, más nitidez, mejor mezcla de sonido, etc. Por cierto, en el apartado de opciones, podéis poner la música original, por eso de la nostalgia que os comentaba hace un rato.
En definitiva, «Crash Team Racing Nitro-Fueled» es un MUY BUEN arcade de conducción, quizá un poco más exigente que sus competidores en lo que a dificultad se refiere, y con errores de pulido que le hubiesen hecho rozar la excelencia. Con todo ello, cualquier error y enfado momentáneo a causa de los mismos, queda eclipsado por la cantidad de diversión que nos ofrece, sea cual sea vuestra forma de jugar, y el modo que elijáis para hacerlo. Para él se va nuestro Bigote de Oro, el tiempo y futuras actualizaciones decidirán si alcanza el Bigote de Platino y se convierte en un imprescindible.