Análisis «Super Mario Maker 2», diversión constructiva sin fin

Parece que fue ayer cuando salió a la venta «Super Mario Maker«. Sin embargo, han pasado cuatro años en los que ha dado mucho de qué hablar. A pesar de las pocas ventas que tuvo Wii U, lo cierto es que «Super Mario Maker» alargó bastante la vida de esta consola haciendo que el sector más querido de este juego se frotasen las manos con el lanzamiento de Nintendo Switch y haciéndose a la idea de las nuevas mejoras y novedades que tendría su sucesor. La espera se hizo corta cuando llegó el día en que anunciaron «Super Mario Maker 2«.

Nos gustaría remarcar desde la Redacción de Bigotes que solo exponemos análisis de videojuegos que han sido jugados y testeados al 100%, tras conseguir su consiguiente trofeo de platino, todos sus logros, desafíos extra y/o conseguidos todos sus desbloqueables.

Los fans más aférrimos se llevaron las manos a la cabeza y a la boca cuando vieron el trailer. La imaginación empezó a brotar a borbotones pensando lo mucho que se divertirían, y lo mejor es que no iba a una edad en concreta sino a varias: los más pequeños con niveles asequibles, los más amantes con retos entretenidos y los más expertos con nuevas dificultades que no se llegarían a imaginar. Una vez lanzado el juego empezaron a surgir niveles de todos los tipos sin parar y es verdad que dicen que la imaginación no tiene límites, pues se encontraron con fases construidas de cierta manera que nunca se esperarían. Y todavía quedan niveles por hacer, quedan años de entretenimiento.

Los más familiarizados con la primera entrega sabían lo que se encontrarían, pero hasta que no lo hubiesen probado no podrían actuar como jueces. Y el veredicto ha sido más que claro llegado a ser nombrado como «uno de los juegos del año«, que ya son palabras mayores. Sin más preámbulos iremos a nombrar todas sus novedades que no son pocas. En este caso el juego no será solamente de scroll lineal pues la pantalla podrá moverse tanto en vertical como en diagonal haciendo que el plataformeo incluya un reto mayor. Contaremos aparte con nuevas herramientas para colocar en el escenario como la famosa garra, donde nos agarrará sea tanto para impulsarnos y llegar a zonas elevadas como para dificultarnos el nivel y conseguir quitarnos una vida. También tendremos los tornados con un efecto parecido solo que nos dejará un poco más de libertad de movimiento. Pero si hay algo que de verdad ha encantado que hayan incluido son los interruptores de ON/OFF, o podríamos llamarlos «switch». Se caracterizan por unos bloques azules y rojos que una vez pulsados se activarán los colores abriéndonos nuevos caminos o lo que es peor, bloquearnos.

En un juego como este, las plataformas son la clave y no lo iba a ser menos en un juego donde podremos construir lo que queramos y donde queramos. Podremos colocar balanzas que harán que se doblen dependiendo de la posición de nuestro protagonista aunque si algún enemigo cae en esta nos complicará mas la travesía. Algo parecido pasa con los bloques serpientes que se moverán y tendremos que seguirlas montados sobre ellas para no caer a lo desconocido, y con mucha atención pues las habrá de dos velocidades. También podremos incluir agua en los niveles haciendo que suban y bajen a la velocidad que deseemos y eligiendo el tiempo que queremos que se mantengan sea por lo alto o por lo bajo. Y no sólo con el agua, también podremos hacerlo con la lava aunque para evitar una muerte segura siempre podemos usar el caparazón de Huesitos (otro de los tantos items nuevos que tendremos a nuestra disposición).

Y las herramientas no lo son todo pues hablando de escenarios contaremos con una amplia variedad totalmente nueva contando con lugares como el bosque, el desierto o la nieve (sí, eso incluye zonas resbaladizas). A diferencia de su anterior entrega, podremos crear pendientes de la longitud que deseemos. Podremos incluir incluso el famoso Sol de «Super Mario Bros 3» haciendo que nos persiga durante todo el nivel siempre que sea de día. Y os preguntareis «¿De día?» y esa es otra de las maravillas que nos incluyen pues podremos elegir niveles de día o de noche. En caso de que lo juguemos con estilo nocturno tendremos la Luna aunque en este caso contaremos con ella como aliada pues una vez que la toquemos acabará con todos los enemigos que se encuentren en pantalla. ¿Os parece poco? Pues atentos porque aparte de contar con los estilos de Mario del primer juego, en este viene incluido «Super Mario 3D World» lo que lo convierte en un desafío más dulce y variado pues hablamos de uno de los mejores juegos del pequeño fontanero lanzados hasta la fecha. Un auténtico regalo sin duda.

Volveremos a contar con la mitológica banda sonora de la mano de Koji Kondo, famoso compositor de la saga, además de nuevas pistas dependiendo del escenario, incluyendo fases que podremos hacer en el espacio donde la gravedad tendrá un papel importante sin olvidarnos de los niveles que tendremos que jugar boca abajo. Si hablamos de la jugabilidad es hablar de lo mejor de Nintendo pues los controles no nos dará ningún tipo de problema haciendo que nos adaptemos al nivel que estemos jugando en el mismo momento.

Ya he dicho varias de las novedades que incluye el juego pero el plato fuerte es sin dudarlo su modo online, y no hablo de compartir los niveles y jugar al de otros jugadores de cualquier parte del planeta,sino que también tendremos la fortuna de jugar niveles competitivos con otros jugadores. El objetivo es simple: llegar a la meta antes que nadie haciendo que ganemos puntos de experiencia y subiendo en un ranking mundial donde nos podremos codear con otros jugadores. Y los niveles no tratan solo de correr y llegar los primeros pues habrá niveles editados de manera que nos pedirán ciertos requisitos como por ejemplo matar tantos enemigos específicos, conseguir tantas monedas o finalizarlo con cierto objeto (casco de pinchos, con una flor de fuego, etc.). Sin embargo, la nota negativa se la lleva aquí el juego pues los servidores están dando problemas y puede ser ante la apabullante avalancha de jugadores que se conectaron desde el primer día. Probablemente lo acaben arreglando pero es bien cierto que desquicia bastante pues hay niveles donde se juega sin problemas pero la otra mitad de niveles, desde antes de empezar, la lentitud se hace notar en la pantalla convirtiéndolo en algo aburrido. Si en algún momento nos desquiciamos podremos entrar en nuestro perfil y editar a nuestro personaje a nuestro antojo. De ponerle un traje de Bowser, a ponerle un gorro de la mitológica seta del Super Mario de Game Boy. Lo retro y lo nuevo lo tendremos al alcance de nuestra mano para editar a nuestro usuario a placer.

Un nivel no es solo llegar a la meta pues en los últimos años se han creado niveles de distintos tipo y esto se ha hecho eco en las oficinas de Nintendo, pues podremos buscar por etiquetas los niveles específicos que queremos jugar: speedrun, puzzles, competitivos, super experto…

Una sorpresa que nos viene incluido en el juego es su modo historia, pues tendremos que ayudar a Mario y a los Toads a construir el castillo de la Princesa Peach (debido a un altercado perruno) viéndonos obligados a jugar niveles de todas las dificultades donde conseguiremos monedas que gastaremos en mano de obra para que el castillo vuelva a levantarse. Puede que a algunos no convenzan este modo historia pero es totalmente perfecto para los más novatos ya que nos enseñan tanto las nuevas como las antiguas mecánicas del juego convirtiéndolo en un tutorial perfecto. La duración del modo historia puede rondar pocas horas pero se vuelve asequible, entretenido y lo más importante, divertido.

Su primera entrega ha seguido viva hasta la fecha haciendo que cada día ganase nuevos seguidores y a la vez nuevos retos. Con la entrega del segundo juego los más veteranos se han puesto sin dudarlo a crear niveles tanto fáciles como difíciles. Pero sea el nivel que sea la ilusión de jugar cada día una nueva fase, intentando llegar a la meta sea sólo o en compañía, con condiciones especiales o no, seguiremos con esa sonrisa de oreja a oreja disfrutando como críos aún sabiendo que nos quedan años de entretenimiento sin ni siquiera preguntarnos qué nos deparará la gran N.