Análisis «The Order 1886» – Una aventura cinematográfica con grandes momentos
El 20 de febrero del pasado año 2015, quienes disfrutamos de PlayStation asistimos a uno de los lanzamientos del año, The Order 1886, , el que prometía ser uno de los videojuegos de acción y aventuras en tercera persona más grandes de la generación debido al hype que generó durante todos los años anteriores a su lanzamiento. Desde que en un tráiler anunciase su existencia, The Order 1886 era el lanzamiento más esperado de PlayStation 4 .
Nos gustaría remarcar desde la Redacción de Bigotes que solo exponemos análisis de videojuegos que han sido jugados y testeados al 100%, tras conseguir su consiguiente trofeo de platino, todos sus logros, desafíos extra y/o conseguidos todos sus desbloqueables.
Tras su lanzamiento, enseguida ocurrió algo que no suele pasar con los exclusivos de PlayStation. La mayoría de críticas no superaba el 7/10 en sus análisis, usuarios con el juego antes del lanzamiento comentaban lo decepcionados que estaban, se empezó a comentar que era «la decepción del año» e incluso «la decepción de la generación». Prácticamente ni una sola crítica positiva. Desde Bigotes queremos hacer un análisis del último y polémico título de Ready At Dawn en exclusiva para PS4 ¿Cómo ha envejecido a estas alturas? ¿Merece la pena?
Introducción
The Order 1886 es un Third Person Shooter convencional que recoge el testigo de la «cámara por encima del hombro derecho» que Resident Evil 4 y Cold Fear en 2005 usaron de manera creativa, siendo los primeros juegos reconocidos en utilizar esta novedad. No evolucionaría esta idea hasta Gears of War en el año 2006 y los diversos cambios en coberturas y distancias de cámaras de Uncharted, Mass Effect y otros tantos videojuegos en 2007. Con su forma de selección de armas con la cruceta -como prácticamente todos estos videojuegos- y un elemento jugable limitado de «tiempo bala», a grandes rasgos no hay mucho más que ofrecer por parte de este videojuego en cuanto a su jugabilidad.
Sin embargo, la vida está hecha de detalles, y en este sentido Ready at Dawn ha hecho de esta obra algo similar a las más grandes desarrolladoras, como Naughty Dog o Rockstar Games, donde, básicamente, no tocas el mando y puedes ver cómo tu personaje parece estar vivo, respirando, observando el entorno, moviendo su cuerpo, hablando en tiempo real con compañeros de equipo en medio de tiroteos, etcétera.
Elaboración, ambientación y diálogos de gran calidad
Al ser un título exclusivo de PlayStation, debes saber que The Order 1886 tiene la misma calidad en su doblaje que cualquier otro exclusivo de PlayStation, es decir, de cine, con una calidad tremenda y unas excelentes actuaciones por parte de todos los actores. La ambientación nos lleva a una reimaginación de finales del siglo IX, donde la tecnología es mucho mayor de la que creíamos, acercándose más al término steampunk que a la fidelidad cronológica absoluta, llegando a tomarse la libertad de tener algún arma «de rayos», aunque sin llegar a exagerar demasiado esta tecnología, por suerte.
El guion y la historia de The Order 1886 parten de una base muy sólida y original, pero también es donde podemos detectar el mayor error del juego, y no por ser mala, ni plana, ni mal dirigida, sino por tener una serie de decisiones polémicas que le ha llevado a la absoluta condena de todos los medios y usuarios. Esas decisiones han marcado de por vida a The Order 1886 y a su saga, si es que en algún momento llegamos a ver otra entrega.
Aparte de las enórmemente elaboradas y detalladas secuencias en tiempo real, también tenemos varias secuencias de acción con Quick Time Events únicas y ligeramente distintas a las convencionales, pues aquí debemos explorar moviendo la cámara para saber dónde debemos actuar, y además tenemos varias resoluciones en estas. Un detalle bastante espectacular y que no hemos visto en otro videojuego.
Sus gráficos siguen a la vanguardia
Y no es que uno piense que «ha envejecido bien y se sigue viendo muy bien» sino que hay videojuegos hoy en día que, 2020, que tienen peores gráficos, peor elaboración, menos detalles, menos fotorrealismo y menos trabajo en general a nivel visual. Sencillamente The Order 1886 parece una película de animación, y pasarán muchos años para que empiece a verse «anticuado». Algunos dirán que, al no ser un videojuego a 1080p nativos, no puede competir contra otros videojuegos que tienen mayor resolución nativa, pero es que la calidad visual y los números no van de la mano siempre.
No es la primera vez que los números no son los determinantes de que unos gráficos se vean mejor que otros. Por supuesto que ayuda, pero Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón es del 2016, no ha sido actualizado para PS4 PRO y aún así en varias cosas (muchas) hace mejor trabajo que, por ejemplo, Gears 5 que va a 4K y 60fps en One X, cuando en números le supera con creces, pero no en detalles, animaciones, fotorrealismo, efectos de partículas o LOD y distancia de dibujado. Y esto no sólo ha ocurrido en esta generación, ya ha pasado en generaciones pasadas con muchos videojuegos. Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty y Gran Turismo 3 A-Spec en el 2001 fueron gráficamente lo mejor en su momento, más tarde Dead or Alive 3 el mismo año y en 2003 Silent Hill 3 tendrían ese privilegio. También Conker: Live & Reload o Star Wars: Rogue Squadron III: Rebel Strike estarían en la cima, y para 2005 Resident Evil 4, el título de Capcom que dejó boquiabierto a medio mundo, se colaría al primer puesto. Todos juegos de consolas, mientras que en PC podíamos disfrutar de cualquier multiplataforma a mucha mayor resolución y mejor framerate que en las consolas.
Vamos, viene a ser lo mismo que ocurre en cada generación, incluyendo la que vivimos actualmente. El caso es que The Order 1886 sigue estando visualmente entre lo más espectacular y detallado de la generación, como ver una película de animación y estar jugando con el mando en las manos, una experiencia audiovisual de muy alto nivel y que nadie debería perderse, independientemente de que nos llame el juego o no. Las QTE son espectaculares, las secuencias también, los combates muy disfrutables y los paisajes dignos de postales.
A nivel gráfico su «pequeño defecto» es que nos puede parecer que las bandas negras arriba y abajo de la pantalla son demasiado grandes. También hay ejecuciones especiales de enemigos interactuando con el escenario, similar a los Uncharted, donde si pulsamos el botón triángulo contra un enemigo que esté cerca de algún muro, una valla, una mesa, y remataremos a ese enemigo de una forma exclusiva.
Y por si fuera poco, a todo esto hay que añadirle un modo foto excelente, que llegó unos meses más tarde del lanzamiento oficial del título. En este modo foto tendremos decenas de opciones fotográficas de zoom y ángulos con los que podremos experimentar a nuestro antojo y prácticamente en cualquier momento. Podemos enfocarnos en distintos detalles a nuestro alrededor e incluso eliminar a todos los personajes para que no estorben nuestra creatividad. También hay muchos filtros que podemos utilizar en cualquiera de nuestras capturas, y ciertamente, en definitiva, y como ocurre en otros títulos con este modo, estaremos varias horas contemplando desde cualquier ángulo toda la calidad audiovisual que nos ofrece The Order 1886.
Sin mucha rejugabilidad ni «endgame»
Dije anteriormente que uno de los grandes fallos de este videojuego es «algunas decisiones polémicas en la dirección de la historia» y no ayuda nada que, además de este fallo, tenga tan poco que ofrecer una vez finalizada la campaña principal. Tenemos coleccionables perdibles de varios tipos, audios, documentos y objetos, escondidos por todo el mundo, además de su trofeo de platino que nos hará acabar con enemigos de distintas formas y pasarnos la historia en máxima dificultad, y pocos trofeos aleatorios más nos pedirán. Una vez finalizado todo esto ¿Qué nos queda por hacer? pues nada, absolutamente nada, volver a iniciar la campaña y explorar algún escenario un poco más. No existe ningún multijugador, ni ninguna arena especial donde enfrentarnos a oleadas de enemigos.
Aunque el juego es muy entretenido, la historia no se hace nada pesada por añadir varias situaciones, varios cambios en mecánicas y varias sorpresas, recomendarlo para otra cosa que no sea un alquiler, es muy difícil debido a todo esto. Si no existiesen los trofeos, no habría ningún incentivo para volver a rejugarlo. Además, su trofeo de platino no tiene demasiada dificultad, y en este caso sí que habría estado muy bien el hecho de tener unos trofeos muy difíciles, porque nos habrían obligado a volver a la campaña muchas veces y le sacaríamos más partido al juego.
Conclusiones
Esto no es una opinión que con los años ha ido a mejor. Somos pocos quienes hemos disfrutado de principio a fin de The Order 1886, porque el juego lo merece en la mayoría de motivos por los que destaca. La historia no se hace monótona, las mecánicas son divertidas, algunos momentos son impresionantes, tenemos fases de sigilo y de acción, y todo esto con una espectacularidad audiovisual que muy pocos videojuegos tienen. Si te gusta la saga Uncharted, The Order 1886 es un imprescindible que debe estar en tu colección en físico o digital, incluso si no te gusta del todo la ambientación steampunk como precisamente me ocurre a mi.
Pero es indudable que sus grandes fallos son el haber tenido esa polémica decisión en su dirección, y esa casi inexistente rejugabilidad. Si reparamos esos dos fallos, The Order 1886 habría sido uno de los lanzamientos del año, y uno de los mejores videojuegos de la generación, por méritos propios, pero se ha convertido en la excepción que confirma la regla de que, por muy bien elaborado técnicamente que esté un videojuego, aunque sea un espectáculo audiovisual y encima sea el exponente gráfico en su fecha de lanzamiento, eso no lo convierte automáticamente en una buena obra.
Pocos son, realmente, los videojuegos a lo largo de la historia que han sido exponentes gráficos y que han resultado «salir rana», pero The Order 1886 es uno de ellos. No obstante, os prometo que como mucha gente, lo disfruté desde el minuto uno hasta el final, y es una obra que recomiendo a muchos porque no todos los días tenemos entre manos un gran Blockbuster que pone a prueba la potencia de nuestra consola. Eso si, si prefieres ahorrar menos de 20€ y tienes la posibilidad de alquilar, mejor alquilar en este caso.
Pero de nuevo, y por resumir, si te han gustado mínimamente cualquiera de los Uncharted o los Gears of War, no te quepa la menor duda de que disfrutarás muchísimo de The Order 1886, y ya estás tardando en comprobarlo por ti mismo.