Análisis de «Bendy and the Ink Machine»: Cuando las caricaturas cobran vida

Cuando pensamos en dibujos animados lo primero que se nos viene a la cabeza es, cuando siendo críos, los sábados por la mañana nos levantábamos temprano y lo primero que hacíamos era encender la tele y esperar a que apareciesen nuestras caricaturas favoritas. Y claro, la mayoría giraba en torno a Disney, Cartoon Network o los que nos encontrábamos sueltos por los canales. Siempre soñábamos con que se volviesen personajes reales como en películas de la talla de «¿Quién engaño a Roger Rabbit?» ya que nuestra imaginación nos hacía creer que viviríamos grandes aventuras. Lo que nunca nos preguntamos fue, ¿y si esa realidad fuese totalmente lo contrario?

Introducción

Pues bien, la desarrolladora Joey Drew Studios Inc. nos obsequia con lo que todos los amantes de las series animadas más nos temíamos: un videojuego indie basado en una caricatura que, más que hacernos reír, nos hará huir del miedo. Estaremos siendo constantemente perseguidos y amenazados por caricaturas reales en movimiento con el deseo de acabar con nuestra existencia. Mientras, avanzaremos resolviendo acertijos a la vez que evitamos caer en las manos de tan terroríficos seres, sobreviviendo como bien podemos, escondiéndonos o atacando con cualquier arma que hallemos en el camino.

Nos gustaría remarcar desde la Redacción de Bigotes que solo exponemos análisis de videojuegos que han sido jugados y testeados al 100%, tras conseguir su consiguiente trofeo de platino, todos sus logros, desafíos extra y/o conseguidos todos sus desbloqueables.

No os dejéis engañar por lo que pueda sugerir a simple vista, pues el éxito de «Bendy and the Ink Machine» ha sido tal que incluso se han llegado a hacer figuras Funko de varios personajes del mismo juego. Incluso dispone de un grupo de fans que se dedican a hacer cortos de animación basados en el mismo juego. Su crítica, además, ha sido tan notable que se está desarrollando una secuela que será lanzada en algún momento de este año 2020.

Cuando una caricatura se torna en pesadilla

Ambientado en la década de 1930, el juego nos cuenta la historia de Henry Stein, un artista en animación jubilado que regresa al que fue su estudio tras recibir una invitación de su antiguo jefe y compañero de trabajo Joey Drew. Este quiere enseñarle su último e innovador invento, una máquina de tinta capaz de traer a la vida los dibujos a los que les ha dedicado su vida. Aunque no todo es lo que parece, pues parece que los dibujos no han llegado precisamente para arrancarnos una sonrisa, sino otra cosa. Nuestro protagonista se encuentra atrapado en el estudio donde deberá encontrar la salida para escapar con vida y huir de tan terrible destino. Es necesario recalcar en que este juego fue lanzado a lo largo de 2017 dividido en cinco capítulos, pero tras su el éxito, el juego puede encontrarse en cualquier plataforma habitual con todos los capítulos y contando con extras y mejoras.

Terror, sigilo y supervivencia

Nos encontramos en un juego de terror en primera persona donde la supervivencia, los puzles y el sigilo están a la orden del día. Veremos un juego bien estructurado y por partes en las que sabremos de primera mano cuándo deberemos combatir contra nuestros enemigos. Seres de tinta que veremos gateando por el escenario para darnos caza o acertijos que no nos llevarán mucho tiempo, pero con los que deberemos dar alguna que otra vuelta por la zona. Las armas con las que lucharemos nos las iremos encontrando a lo largo del juego, aunque no nos acompañarán siempre durante nuestra visita turística en el estudio. Habrá muchas ocasiones en donde no podremos acabar con todos los monstruos presentes y donde la mejor solución será escondernos. Con ello evitaremos que ciertos dibujos animados terroríficos nos den caza y acaben con nuestra existencia en un santiamén.

Su jugabilidad es simple y a la vez cómoda. Pudiendo ir tanto andando como corriendo, es posible que pasemos la mayoría del tiempo paseando con total parsimonia. Aunque con cautela, será crucial observarlo todo en cada esquina que tomemos, ya que no sabemos lo que podemos encontrarnos a medida que vamos avanzando en la aventura. También podremos saltar, aunque no será algo vital pues no nos encontraremos con escenarios de tipo plataformas.

Sin embargo, donde encontramos un hándicap es a la hora de pelear. Cuando encontremos un enemigo que aparece frente a nosotros, lo más probable es que al asestar un primer golpe se efectúe sin éxito, vendiéndonos frente al contrincante y encontrándonos con que estos aproevechan para zurrarnos en un momento de debilidad. No es la única molestia que podemos encontrar en un encuentro ya que si golpeamos a la vez que retrocedemos, aún estando ya a cierta distancia del enemigo, la mayoría de las veces acabarán acertándonos haciendo sentir por momentos resultados un tanto injustos.

Una ambientación que atrapa

Nos encontraremos con escenarios lineales de colores oscuros. tonos que mezclan amarillo y negro, simulando los que podrían ser los primeros movimientos animados que verían nuestros padres y abuelos. En los primerímos minutos de comenzar la aventura nos llamará la atención ver un personaje sin vida, esposado a una camilla de pie y con cierta escisión en el pecho que nos da la bienvenida a entender lo que encontraremos en este terrible estudio.

La banda sonora no resalta mucho salvo en algunas de las pocas cinemáticas que tendremos en el juego y sus efectos de sonido son satisfactorios. Tal vez encontremos ridículos el utilizar objetos para curarnos en el juego, pues el hallar latas de sopa de tocino sirven más bien como coleccionables para conseguir uno de los logros-trofeos del juego que para sanarnos. Y digo ridículo pues veremos difícil el conseguir estos objetos en mitad de una pelea, sobretodo cuando tenemos en cuenta que nuestro protagonista recupera vida al cabo de unos segundos o al esconderse.

Lo que más resalta sin duda es la historia que nos atrapa a medida que vamos atravesando todos los departamentos: el estudio de grabación, sus oficinas e incluso un parque temático que tenían pensado construir (un guiño burlesco en relación a la figura de Walt Disney no hace daño a nadie).

Otro de los coleccionables que hará que nos interesemos cada vez más será el conjunto de registros de audio donde escucharemos a multitud de personas implicadas en el juego, desde el director musical hasta los actores de doblaje.

Y no solo les escucharemos pues también iremos encontrando miembros del estudio, aunque con un destino fatídico. La locura llega cuando vemos a las mismas caricaturas queriendo entablar conversación con nosotros e incluso pidiéndonos ciertos favores. La duda nos llegará cuando nos planteemos si realmente quieren ayudarnos o más bien están pensando en hacernos daño en cuanto les demos la espalda, pues aquí es donde la historia gana fuerza viéndonos obligados a seguir adelante a pesar del terror que nos rodea.

Duración corta a cambio de miedo

El punto más flojo del juego es su duración pues no supera las 8 horas de juego. Cierto es que hablamos de un juego de un estudio indie pero se hubiese agradecido que la duración hubiese sido de al menos cinco horas más, cosa que sí podremos agradecer para cuando nos llegue su continuación. Si decidimos completar el juego al 100% podríamos rondar las 15 horas aunque este tiempo puede disminuir debido a que sus coleccionables son acumulables. Es decir, si hay que escuchar cinco radios y en la primera partida solo escuchamos tres, al iniciar una segunda partida solo deberemos escuchar los otros dos restantes para conseguir dicha meta.

El juego en cierto aspecto se vuelve rejugable pues al iniciar una segunda partida desde la misma ranura de guardado comenzaremos con un nuevo objeto, con el que podremos leer mensajes ocultos durante todo el juego.
El problema viene en que cuando usamos dicho objeto no podremos avanzar. Algunos logros-trofeos nos requerirán un poco de paciencia aunque tendremos la oportunidad de elegir cualquiera de los cinco capítulos que dispone el juego, incluyendo un apartado de extras, al cual recomendamos acceder una vez terminemosde dar una vuelta completa al juego.

Conclusiones

No os dejéis engañar o desilusionar por la poca duración del juego, pues desborda originalidad, pasión y entusiasmo. Es cierto que podría haberse extendido un poco más, pero la crítica y sensaciones son completamente positivas y sus escenarios son una auténtica belleza. Un éxito que se materializa incluso llamando la atención a niños de edades comprendidas entre 10 y 12 años, algo muy curioso pues la mayoría de los niños de estas edades no suelen haber tenido contacto con las animaciones de la época. Esto solo significa una cosa y es que la estética y el terror es lo que sigue llamando a la puerta. Una mezcla entre infancia y miedo: Bendita mezcla.