Cazadores de Trofeos

Cazadores de Trofeos

Por Sr Lobo el sábado 29 de junio, 2019
Ocultos, de bronce, plata, oro y platino.

Platino.
¡Ay! Esa palabra que todo jugador de videojuegos relaciona con su tiempo, esfuerzo y dedicación.

A todos nos gusta subir porcentaje a base de bronce, ilusionarnos con la plata, sonreír con el oro… pero el platino nos lleva a cotas insospechadas de orgullo.
Bien es cierto que a nadie le gusta recibir un trofeo por no hacer nada, ¿pero qué ocurre cuando pasamos a una lista que llega a límites que no queremos cruzar?

Hay trofeos difíciles, y luego…

Juegos como el más que conocido Assassin’s Creed Origins, una delicia para cualquier completista, con una lista de trofeos que se consigue de manera natural y haciendo todo lo que se propone (con más o menos esfuerzo para algunos), plantean muchas dudas cuando otros juegos se empeñan en añadir a su listado desafíos que constituyen usar obligatoriamente las características Online cooperativas -cuando a lo mejor eres el único de tu grupo que disfruta esas aventuras- o competitivas -a lo mejor no te gusta jugar con o contra desconocidos-.

«Amistad con beneficios», un trofeo de Red Dead Online.

¿Por qué? me pregunto. ¿Por qué dan por hecho que todos los que compramos un juego vamos a conectarnos para usar las funciones Online?
Claro que suena extraño escuchar a alguien decir que compra GTA V y no piensa salir del modo historia, ¡pero podría pasar! Y más a día de hoy, con una comunidad cada vez más tóxica de jugadores que no tienen que dar la cara para llenar su boca de insultos.

¿No es entonces injusto que el platino, el rey de reyes, la joya insignia de tu juego favorito, dependa de realizar X acciones en un modo que a lo mejor ni interesa y nada tiene que ver con la historia que felizmente quieres disfrutar?

¿Cuántos juegos tienen un listado perfectamente integrado en la aventura y cuántos de ellos han provocado desánimos por obligarnos a usar las funciones de red si queremos el ansiado platino?

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