Análisis «Bloodstained: Ritual of the Night», la resurrección de Koji Igarashi
La gente lo pedía a gritos y la espera no duró bastante tiempo. Desarrollado por ArtPlay y publicado por 505 Games, nos llegaría un nuevo juego estilo metroidvania de la mano del tan reconocido y famoso Koji Igarashi (véase su larga trayectoria con la saga Castlevania). Los fans (y sí, me incluyo sin dudarlo) cayeron rendidos a sus pies al ver su vídeo promoción para iniciar un Kickstarter en el que nos informaban de que quería trabajar en un nuevo juego de plataformas y exploración con estilo gótico. Un vídeo divertido, dirigido y protagonizado por el mismo japonés con toques de humor recordándonos a los antiguos Castlevania con varios detalles. Lo dice claramente al final del video, «uníos a mi armada de la noche«, y vaya si nos unimos. Iríamos al mismo Infierno sin dudarlo.
Cuatro años después nos llega «Bloodstained: Ritual of the Night» tanto en físico como en digital y en todas las plataformas. El público lo pedía y lo deseaba, y no es que falten juegos de este género, pero si faltaban de la mente de Koji Igarashi, pues iba a estar al mando teniendo el papel de productor y escritor, aunque la dirección estaría a cargo de Shutaro Iida.
Nos gustaría remarcar desde la Redacción de Bigotes que solo exponemos análisis de videojuegos que han sido jugados y testeados al 100%, tras conseguir su consiguiente trofeo de platino, todos sus logros, desafíos extra y/o conseguidos todos sus desbloqueables.
El juego nos pone en la piel de Miriam, una chica que vive en la Inglaterra del siglo XIX donde aparece un gigantesco y majestuoso castillo proveniente del infierno y repleto de demonios de todas las clases. Miriam se tendrá que dirigir al mismo para combatirlos y evitar que se hagan con el mundo. Aunque no estará sola pues contará con la colaboración de Johannes, un alquimista que nos ayudará con los fragmentos que iremos adquiriendo, y Dominique, una enviada de la Iglesia que nos facilitará una tienda para comprar y vender suministros, equipos e incluso ingredientes pues podremos hacer platos de comida que comeremos sea para ganar vitalidad o para adquirir ciertas habilidades como aumentar la fuerza o la defensa, eso sí, por un corto periodo de tiempo.
En este tipo de juego, la historia suele pasar a un segundo plano y se debe a que los jugadores van a lo que más les interesa, el mapa, algo normal pues es un juego de exploración en el que tendremos plena libertad de exploración siempre que tengamos la habilidad necesaria. Por ejemplo, si queremos llegar a una zona elevada sólo la podremos alcanzar con el doble salto, el rayo reflector o haciendo que el castillo de un giro de 180º (uno de los tantos guiños que veremos de «Castlevania: Symphony of the Night» cuando teníamos que explorar el castillo del revés).
Y decir mapa es quedarse corto pues el tamaño es, hasta la fecha, de los más grandes que nos podamos encontrar lo que lo convierte en un reto mayor y al que tengamos que echarle alguna que otra hora pues tendremos que investigar bien sea moviéndonos por el mapeado o avanzando en la historia teniendo en cuenta que empezaremos en el nivel de dificultad normal, aunque una vez realizado el juego podremos elegir entre difícil o pesadilla, un reto apetecible para los más sádicos. Y no quiero decir que en normal sea ya complicado pero al comienzo nos costará un poco hasta el punto en que consigamos mejores armas y equipos, entonces el juego resultará ser más asequible en cuanto a dificultad.
La ambientación es espectacular a pesar de que cuenta con gráficos poligonales pero el diseño gótico nos dejará más que satisfechos pues pasaremos por lugares tan significativos como un jardín, laboratorios, la entrada principal del castillo, el pueblo y la biblioteca. Todos los escenarios tratados con cariño y detalles que observaremos mientras aniquilamos a los demonios que se oponen a nosotros.
La jugabilidad es prácticamente perfecta. Responde a las mil maravillas y nos adaptaremos sin problemas pues es un control totalmente parecido a «Castlevania: Symphony of the Night», por lo que ya sabréis que, si habéis jugado a esta joya del pasado y no tuvisteis problemas a la hora de controlar al personaje, aquí tampoco lo tendréis para nada haciendo que nos enganchemos enseguida al juego y sea un no parar de diversión.
La banda sonora corre a cargo de Michiru Yamane, conocida por su larga trayectoria en los juegos de la saga Castlevania como «Aria of Sorrow», «Lament of Innocense», y la tan famosa «Symphony of the Night». Siempre ha mantenido una estrecha relación con Koji Igarashi y no iba a ser menos con esta entrega. Aunque para mi opinión personal, la banda sonora no es mala pero tampoco buena. Es decir, hay 3 ó 4 pistas que son de un alto nivel auditivo pero no creo que llegue a ser recordado aunque se hace satisfactorio en nuestra trayectoria por el temido castillo. Lo mismo pasa con los efectos de sonidos, se agradecen que estén ahí pero poco más se le puede pedir para un juego de este género.
Los enemigos que nos iremos encontrando dan la sensación de que no lo han trabajado y pulido lo suficiente, como si lo hubiesen hecho con prisas y es que nos encontraremos a más de uno repetido pero con la paleta de colores cambiadas. No pasa nada si lo hacen dos veces pero llegan a haber enemigos con los que lo han hecho unas cuatro o seis veces haciendo que nos dejen con ganas de ver alguno que otro nuevo. Lo que lo hace entretenido con los enemigos es que cada uno nos otorgará un fragmento especial haciendo que lo podamos usar para ayudarnos a combatir, para protegernos o incluso para mostrarnos paredes que podremos destruir para conseguir un ítem tan importante como necesario. Eso sí, nos compensan con unos jefes finales bastante entretenidos y con los que disfrutaremos viendo mientras batallamos pues precisamente hay una batalla final contra dos dragones siendo una de las peleas favoritas del juego. Aparte de eso, la variedad es amplia aunque dependerá del final que escojamos pues tendremos hasta 3 finales distintos. Si nuestra mentalidad es ir a por el final bueno la duración del juego puede ser de entre 12 – 15 horas aunque si decidimos ir al final malo con 5 – 6 horas nos bastará. Puede parecer poco tiempo pero si decidimos ir a por los coleccionables del juego (fragmentos, objetos, armas, misiones secundarias…), el juego puede rondar las 30 horas, haciéndolo además rejugable.
Una de las novedades de esta entrega son sus misiones secundarias pues si en algún momento del juego queremos tener tranquilidad nos podremos dirigir al pueblo que hay a la entrada del castillo donde conoceremos a sus aldeanos y nos mandarán distintos tipos de misiones. Misiones vengativas donde tendremos que matar una cierta cantidad de un enemigo específico, entregar ciertos objetos a una señora y hacer ciertas recetas de comida para dar de comer a una anciana y saciar su hambre.
El juego peca de algunos bugs haciendo que sean bastante molestos como items atrapados en zonas que aunque los toquemos no nos llegamos a hacer con ellos e incluso congelaciones que llegan a los 5 segundos haciendo que recemos porque no se quite el juego por error (cosa que me ha pasado hasta en dos ocasiones), lo que nos obliga a estar guardando cada dos por tres ya que no dispone de autoguardado, pues tendremos que guardar en ciertas zonas que podremos ver en el mapa marcados en rojo. No podemos olvidar que al ser un mapa tan majestuosamente grande, dispondremos de puntos de viaje rápido en este caso marcados en el mapa de color verde para llevarnos a zonas que se encuentran en la otra punta del mapa.
En definitiva, un juego que a pesar de sus temibles bugs no hacen que dejemos de disfrutarlo ahondando en una historia que se vuelve sorprendente con un par de giros interesantes. La comunidad pedía algo así desde hace tiempo y nuestros deseos se han cumplido. Ahora se encuentra en nuestras manos la posibilidad de que este género siga vivo esperando cuál será la próxima sorpresa que nos deparará el futuro pues, los demonios nunca descansan y menos cuando un castillo surge del mismo infierno para complicarnos la vida.